Equipar su vehículo con las llantas apropiadas a sus requerimientos es el primer paso que debe tomar si quiere prolongar la vida útil de sus llantas. Le acompañamos en este proceso.
Rotar las llantas es intercambiar su posición para que su desgaste sea uniforme y así se prolongue su vida útil manteniendo sus propiedades de agarre y operación. Pueden cambiarse directamente de un eje a otro, del mismo lado que se encuentran, de forma cruzada e incluso incluir en esa rotación la llanta de repuesto.
Balancear es equilibrar las fuerzas centrífugas que actúan cuando la llanta gira, para eliminar el rebote, vibraciones en el volante, daños mecánicos y desgaste irregular de la llanta.
Inflar las llantas con nitrógeno es conveniente ya que sus moléculas no se expanden, lo que asegura un nivel de presión más regular, dándole a la llanta mayor durabilidad y mejor respuesta ante agentes invasivos. Genera menos gasto de combustible y reduce o elimina la oxidación de la llanta y del aro en su parte interior.
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En términos generales se recomienda que las llantas se revisen cada 5.000 km para determinar su desgaste y los servicios que requieren para su óptimo desempeño.